Este espectáculo único de la naturaleza, considerado como una de las 7 maravillas del mundo, se originó hace unos 200 mil años, en el sitio que hoy conocemos como “Hito de las Tres Fronteras” (Argentina, Brasil y Paraguay), donde confluyen el río Iguazú y el río Paraná.
Una falla geológica producida en el cauce del río Paraná hizo que la desembocadura del río Iguazú quedara convertida en una abrupta cascada de 80 metros de altura. Desde aquel punto, donde se originaron las Cataratas, hasta donde hoy en día se encuentra la Garganta del Diablo existen 27 kilómetros de distancia, debido al retroceso lento erosivo, pero continuo en la posición de las Cataratas.
Esta gran cascada original, se ha convertido en dos grandes arcos sinuosos de 2700 metros de extensión. Siendo el salto más imponente del conjunto, la Garganta del Diablo, de 80 metros de altura, se encuentra en el curso principal del río. Según el río, posea más o menos caudal se pueden admirar entre 160 y 260 saltos, que en términos medios serían unos 1500 metros cúbicos de agua por segundo.
La violencia de la caída produce una niebla permanente, en la cual los rayos solares conforman múltiples arco iris de insuperable belleza.